Llegó el gran día, tenemos la
habitación a punto, lista, acabada, niquelada, con el ok de la madre, del padre
y del espíritu santo! La más importante, cuna montada con gran noticia: Un
montaje al Ikea style de los futuros padres primerizos y ha sido increíble… no
sobró ni una tuerca y la hemos montado entre besos y risas (como los monigotes
de las instrucciones). ¡Es el llamado efecto María!
La habitación queda genial, hemos
unido cositas nuevas y muebles adaptables para el nuevo uso. La satisfacción de
tenerla acabada es parecida a la entrega de un proyecto fin de carrera! De
principio a fin ha sido una trabajo bien meditado y ejecutado… en mi vida había
hecho tantos agujeros: que si alcayata, tornillo, clavo, taco; un menú de los
más extenso que debo admitir no me gusta demasiado. Dicen que el bricolaje es
una afición, pues después de este intensivo debo decir que para mi es una
obligación, una dulce obligación. ¡Por María eso y más!
En definitiva, la construcción
del nido ha llegado a su fin pero el huevo sigue sin romperse. A ver si nace ya
para explicarle lo bien puesta que está la estantería en forma de U, a 5,4cm de
la pared y con una alcayata del 4 dentro de una agujero del 5 con taco del 6!
Si le gusta, le regalo todos utensilios de la casa y se los pinto de rosa!!!